Incrementa Presencia de Inversionistas Mexicanos en PV
Puerto Vallarta se avizora como un destino atractivo para quienes buscan invertir en bienes raíces. ¿La razón? Una ciudad que ha logrado acaparar la atención de distintos mexicanos convencidos de las ventajas y atributos que ofrece este privilegiado lugar.
La contingencia sanitaria derivada por la pandemia no cerró las puertas para la inversión inmobiliaria en nuestro destino, por el contrario, ha sorprendido el incremento en la demanda de propiedades por parte de un mercado que hace 15 años figuraba muy poco en la cartera de compradores de esta ciudad.
Durante los últimos meses, ha incremento la demanda de propiedades por parte del mercado mexicano. Foto por @jezael.
Provenientes de ciudades como Guadalajara, CDMX, Monterrey, León, Aguascalientes, Querétaro y más recientemente de estados como Tamaulipas y Baja California, los inversionistas mexicanos han encontrado un nicho de oportunidad en Puerto Vallarta, contribuyendo a que el sector inmobiliario local se mantenga fuerte y estable.
Entre otras cuestiones, el que se hayan mantenido tanto la intención de compra como las ventas durante este tiempo, se debe principalmente a dos factores: el primero porque la gente ve en Puerto Vallarta un destino seguro, agradable y deseable, y segundo porque decide invertir en un activo seguro ubicado en uno de los destinos turísticos más importantes del país.
“Los mexicanos están más prestos a invertir su dinero, así como para tomar créditos que ayuden a pagar sus propiedades. Están negociando menos y los precios de venta son menos agresivos. La realidad es que están viendo a Puerto Vallarta como un lugar aspiracional y muy deseable”, comenta Claudio Leone, director general de Domus Fine Real Estate.
Mercado Dinámico
En el mercado de los bienes raíces de Puerto Vallarta existen tres tipos de compradores mexicanos:
- El que busca una segunda propiedad para disfrutarla.
- El que es un híbrido entre la inversión y el placer, es decir, el que busca una propiedad para disfrutarla y para sacarle provecho al rentarla.
- El inversionista neto, que es un nuevo nicho de oportunidad al que se le están ofreciendo desarrollos creados exclusivamente para su tipo de perfil.
“Este tipo de unidades se venden con proyecciones financieras donde indican cuál va a ser su retorno de inversión al rentarlo, lo cual se estima de acuerdo con los históricos de renta de la zona”, explica.
Aunque cada vez más jóvenes ven en la inversión inmobiliaria una gran oportunidad para obtener un patrimonio confiable y/o que les reditúe en el corto y mediano plazo, el perfil del inversionista promedio en Puerto Vallarta sigue oscilando entre los 45 y 60 años, con un puesto de alto ejecutivo o dueño de empresa, con estudios y posgrados fuera del país, muchos de ellos con trabajos que tienen que ver con la internacionalidad y/o con clientes extranjeros.
“Es un tipo de cliente muy educado, al que no le puedes ofrecer más que datos duros y concretos. Los tienes que convencer con proyecciones financieras sólidas”, añade Leone.
Ventajas de las Propiedades Listadas en Pesos y con Ubicación Conveniente
Oliver Martínez, socio de Urban Developers, la compañía a cargo de edificar el desarrollo Origen Versalles, ha identificado que la tendencia de los inversionistas mexicanos es comprar propiedades modernas, listadas en pesos y con una ubicación muy conveniente, pues se trata de personas que ya conocen el destino y desean una propiedad cercana al entretenimiento que ofrece la ciudad.
En relación a esto, el arquitecto Eduardo Gómez, director del proyecto Distrito Coral, explica que los compradores nacionales que previamente han visitado Puerto Vallarta, ya identifican algunas de las zonas que en el corto plazo se van a consolidar plenamente, lo que coadyuvará a aumentar la plusvalía de su inversión.
Planes de Pago / Financiamiento
Mayormente, los inversionistas mexicanos están tomando ventaja de los financiamientos de preconstrucción otorgados por los desarrolladores, quienes ofrecen planes de pago basados en dar un enganche de alrededor del 30 por ciento y el 70 por ciento restante lo liquidan en pagos programados durante la etapa de construcción.
