“Desde la perspectiva en que se observe, la dinámica del mercado de capitales con inversión en nuestro país ha mantenido una evolución favorable durante los últimos 20 años. De esta manera, un diagnóstico dramático ante una posible y futura recesión originada externamente en Estados Unidos, difícilmente podría cambiar el desempeño de las inversiones ya encaminadas en México”.
Esta es la opinión generalizada de algunos de los brókeres inmobiliarios más destacados de la región, quienes recientemente fueron entrevistados por Vallarta Real Estate Guide para conocer sus proyecciones sobre la industria local para este año. Gracias a sus respuestas ante la pregunta expresa de cómo figura el comprador mexicano en sus estrategias de bienes raíces, podemos confirmar que las oportunidades para inversionistas nacionales van en aumento a la par de la oferta inmobiliaria, sin dejar de tomar en cuenta el mercado internacional.
Sin duda, uno de los factores principales que han ayudado a detonar el incremento actual en la demanda inmobiliaria de la bahía, es el auge industrial y de infraestructura que están viviendo los empresarios e inversionistas mexicanos de la zona del Bajío. Este boom, entre otras ventajas, ha provocado que:
1) Esa región del país se haya convertido en uno de los principales centros manufactureros de América del Norte.
2) Se estén creando oportunidades y empleos bien remunerados para los mexicanos de los cuatro estados que conforman esta importante zona económica (Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro y San Luis Potosí), propiciando, por supuesto, un mejor nivel de vida entre sus habitantes.
De hecho, durante el 2018, dichas entidades reportaron un avance en la generación de empleo que ascendió del 3.7 al 5.2 por ciento anual, colocándose en su mayoría entre los diez estados del país con el mayor aumento en el período.
En consecuencia, los empresarios mexicanos, quienes son generadores de productos y servicios de calidad, ven en destinos como Puerto Vallarta, Riviera Nayarit y Costalegre un punto de inversión inmobiliaria ideal.
Mientras que los compradores internacionales de bienes raíces favorecen los meses de otoño e invierno, los compradores mexicanos vienen a Vallarta · Nayarit de julio a agosto, cuando pasan las vacaciones escolares con sus familias y aprovechan para investigar sus oportunidades de inversión en bienes raíces.
Hoy en día, los desarrolladores inmobiliarios con visión han entendido que, si a los compradores mexicanos se les ofrece un tipo de cambio base y herramientas financieras (como créditos en pesos con instituciones nacionales que manejen atractivas tasas de interés y/o financiamientos propios de hasta cinco años), se motivará la compra. Esto los ha convertido en inversionistas cada vez más atractivos para Vallarta · Nayarit, uno de los destinos más importantes del país para la absorción de inversiones en bienes raíces.
Además, es bien conocido que los inversionistas mexicanos modernos buscan una ciudad dinámica, donde su estilo de vida pueda ser complementado tanto con servicios como infraestructura de calidad (incluyendo hospitales privados de primer nivel, restaurantes gourmet, prestigiados campos de golf y entretenimiento cultural con flamantes espectáculos artísticos).
Aunque un cambio radical no se vislumbra en un futuro cercano, no deja de ser una excelente noticia que las oportunidades inmobiliarias para inversionistas nacionales vayan en aumento. Hoy en día, el mercado mexicano ha triplicado su actividad y está adquiriendo propiedades que, en un principio, habían sido concebidas únicamente para el mercado extranjero.
Por otro lado, y solo por mencionar algunos ejemplos en el destino, reconocidos mexicanos en el sector inmobiliario han puesto sus ojos en Vallarta · Nayarit y sus alrededores para invertir en la construcción de desarrollos de alto nivel y extralujo, entre ellos Ricardo Santa Cruz, quien está detrás de Mandarina; la familia Álvarez Bermejillo, Vicente Fernández y Felipe Tomé con el condominio Bolongo y el grupo Tierra y Armonía, comandada por Juan José Errejón, con proyectos como Punta Esmeralda, Real del Mar, La Joya de Huanacaxtle y Alamar (donde actualmente se construyen las Torres Delta).