Si realizas una lista en orden de importancia sobre tus bienes y posesiones, lo más probable es que, por su valor económico, sitúes a tu casa o residencia en primer lugar. Todo el mundo conoce la importancia de proteger su patrimonio, cuidarlo y repararlo cuando sea necesario, pero ¿hasta qué punto podemos garantizar el bienestar de nuestros bienes raíces por nuestra propia cuenta?
Esta apreciación, sin embargo, no se ve tan reflejada en la práctica. Aunque los datos mejoran cada año, según la última Encuesta Nacional de Inclusión Financiera solo el 25 % de la población adulta mexicana cuenta con algún tipo de seguro, siendo el seguro de vida (75 %), el de auto (32 %) y el de gastos médicos (27 %) los de mayor penetración; mientras que solo el 6 % de los propietarios de una vivienda tienen un seguro de casa-habitación. Estos datos son aún más bajos de acuerdo con la AMIS (Asociación Mexicana de Seguros), que indica que únicamente el 4.5 % de las viviendas mexicanas están aseguradas sin estar vinculadas a un crédito hipotecario.
Para conocer la importancia de asegurar nuestro hogar ante diferentes percances, hablamos con Roberto Castellanos Omaña, director general internacional de Novamar Insurance México y destacado miembro del Consejo Directivo Nacional de la AMASFAC (Asociación Mexicana de Agentes de Seguros y Fianzas, A.C.), quien esclarece algunas claves sobre los diferentes tipos de pólizas, las coberturas y sus características, los riesgos más frecuentes y las ideas erróneas que existen acerca de los seguros del hogar.
De acuerdo con Castellanos, contratar una póliza para el hogar es una decisión muy importante. “Tu propiedad es la inversión más valiosa, tanto la estructura como sus contenidos tienen un gran valor y asegurarlos es la forma de proteger su continuidad, así como la seguridad de tu hogar y tu familia. Cuando vas a contratar una póliza para tu casa debes tener en cuenta dos cosas: el valor de los bienes que tienes —tanto la propiedad como sus contenidos— y los riesgos a los que te enfrentas”.
Riesgos Más Frecuentes
“No contar con un seguro puede dejarte desprotegido ante grandes catástrofes a los que no somos ajenos, como un terremoto o un huracán, los cuales pueden dejarte sin el patrimonio por el que tanto has trabajado toda tu vida”. Sin embargo, quitando los casos extremos o peculiares, existen riesgos más cotidianos en el área Vallarta · Nayarit: “Los fenómenos hidrometeorológicos. Entre la temporada de mayo y noviembre, los daños por lluvia y agua son frecuentes. No solo el golpe de agua que pueda afectar a la estructura, también las filtraciones e inundaciones, vientos que vuelan partes de los techos, cristales que se rompen durante las tormentas o en agosto y septiembre, los daños por rayos que pueden causar incendios y cortocircuitos”.
Otro de los peligros más comunes son los robos, afirma Castellanos. “Si bien no dañan a tu propiedad, pueden dejarte sin gran parte de tus electrodomésticos y otros objetos de valor. Normalmente, los bienes que se aseguran dentro de una casa son el mobiliario, equipo electrónico y móvil —por ejemplo, una bicicleta o una laptop— o piezas de gran valor como joyas y arte”.
Coberturas Básicas que Debe Contener una Póliza
Normalmente, las pólizas de casa-hogar incluyen los siguientes rubros: el edificio y sus contenidos, robos, electrónica y electrodomésticos, rotura tanto de maquinaria como de cristales y, por supuesto, la responsabilidad civil. Muchas pólizas también incluyen coberturas premium o especiales, como asistencia para mascotas.
Casa o Departamento, ¿Existen Diferencias?
A la hora de contratar una póliza para tu residencia, una de las características que se tienen en cuenta es si el contratante lo hace para una casa separada o un departamento en una comunidad. “Si se trata de una casa, debes cubrir toda la estructura —las paredes—, además del contenido interior. Sin embargo, si vives en un condominio, cuando estás pagando el mantenimiento comunitario, idealmente el seguro del edificio ya estará incluido, por lo que debes asegurar solo los contenidos. Para cerciorarte, es recomendable pedir al administrador que te muestre que existe una póliza maestra para el edificio y que esté pagada”, asegura Castellanos.
Propietario, Arrendador y Arrendatario, ¿Quién Debe Asegurar el Hogar?
En el caso de la diferencia entre propiedad y rentas, hay algunas variables, comenta el director de Novamar.
“Si tú eres el propietario de la residencia en la que, además, también habitas, debes tener en cuenta todos los elementos y riesgos, ya que los daños a la casa y a los interiores te afectan directamente. Una recomendación es buscar una cobertura de gastos extra —que te paguen el hotel o la renta de otra casa— si tuvieras que abandonar tu hogar por algún percance. Y no olvidar la responsabilidad civil, por si eres responsable de dañar a algún vecino”.
“Si eres propietario, pero en forma de arrendador, te interesa cubrir la casa y la estructura, pero no los contenidos que meterá el arrendatario. Además, se debería incluir una cobertura de responsabilidad civil por si ocurre algo dentro de la propiedad, ya que, aunque estés rentándola, todavía eres responsable como propietario. Además, cuando eres arrendatario, es importante que la póliza cubra la pérdida de rentas, pues si hay un siniestro, tu inquilino se marchará”.
“En el caso inverso, si eres arrendatario, lo que te interesa es asegurar tu mueble y equipo que vas a introducir en la casa, por lo que no vas a asegurar la casa —idealmente el dueño lo debería haber hecho—. Sin embargo, ¿qué pasa si mientras utilizas tu laptop causas un cortocircuito y dañas la propiedad? Para esos casos, se recomienda incluir una cláusula de responsabilidad civil arrendatario que cubra el valor de construcción de la casa (algo que normalmente se incluye en los contratos de arrendamiento)”, explica Castellanos.
Mitos y Falsas Concepciones, ¿Cuál es la Realidad?
Existen ciertas leyendas urbanas en el tejido social con respecto a la utilidad de los seguros del hogar, además de falsas especulaciones sobre su precio. Sin embargo, Roberto Castellanos asegura que muchas de estas concepciones son totalmente erróneas.
“En México, la cultura de la protección aún no está integrada a la sociedad. Pregúntale a alguien, independientemente de su situación socioeconómica, si tiene su casa asegurada, y dirá que no porque ‘no va a pasar nada’. En Europa, Estados Unidos y Canadá; la cultura de la prevención está muy arraigada. En México existe la idea de que, si algo pasa con el vecino, ‘ya se verá cómo lo arreglamos’. Para los extranjeros, comprar una casa y contratar un seguro son dos conceptos que van de la mano. Se trata de una cuestión de prioridades. Muchos piensan que es algo prohibitivo y no lo contratan, pero no tienen reparo en invitar a todos sus amigos a comer o convivir. La realidad es que no es un gasto para nada elevado; su costo es ligeramente mayor al de un seguro de auto y si haces cuentas, por una cantidad parecida, estás asegurando un bien inmensamente más valioso que un vehículo. Además, pocos saben que no es necesario asegurar el 100 % de la casa, puedes elegir qué tanto y qué elementos de tu propiedad aseguras”.
Finalmente, Roberto Castellanos matiza que “se debe cambiar la idea de que tener una póliza de seguros es inútil porque ‘no la voy a usar’ o que ‘los seguros no pagan’ o que si ‘las letras pequeñas’… Ya sea para un pequeño siniestro o para algo grave, la póliza sí la vas a utilizar. Es importante que las personas lo vean como algo que está protegiendo sus bienes más preciados y que con solo agregar un poco a su presupuesto anual no correrán el riesgo de que todo desaparezca de la noche a la mañana”.