La comercialización exitosa de las viviendas unifamiliares en la Bahía de Banderas, se debe a la combinación de diversos factores que los desarrolladores actuales destacan y ofrecen como valor agregado para que este tipo de construcciones continúen en auge. Para conocerlos más a detalle, visitamos a Brando González, director de proyecto y gerente comercial de GOVACASA, una empresa creada en octubre de 2013 que en su haber cuenta con proyectos de esta naturaleza como El Roble, el exitoso coto residencial de 188 viviendas que, hasta el cierre de nuestra edición, se encuentra vendido en un 95 por ciento.
“El enfoque de un desarrollo unifamiliar debe recaer en la satisfacción de las familias y que se sientan parte del fraccionamiento. Para ello, además de casas con espacios bien distribuidos, son esenciales las áreas comunes, las áreas verdes y que las instalaciones en realidad les sean funcionales a los habitantes”, menciona. “Anteriormente, este tipo de desarrollos se construían a distancias muy lejanas de las áreas de trabajo de las personas y/o de los lugares de esparcimiento y recreación como centros comerciales, escuelas y hospitales. Además, el transporte era poco accesible. Todo esto trajo como consecuencia que saliera más cara su movilidad diaria que pagar la casa, dando como resultado desarrollos desolados. Este fenómeno no solo se presentó aquí, sino también en ciudades como Guadalajara, Monterrey y Ciudad de México”.
El Boom de los Desarrollos Unifamiliares de Rango Medio en la Bahía de Banderas
“Hablar de un auge, significa entender que la región de Puerto Vallarta está dividida en dos zonas inmobiliarias importantes: la turística y la parte donde la gente compra para vivir. En ese punto, se les debe ofrecer un producto que puedan comprar, pagar, que sea accesible en todos los sentidos y que esté totalmente habitable —es decir, que tenga el tamaño adecuado para vivir, que cuente con todos los servicios y esté cerca de zonas comerciales—. Si a esto le añadimos rangos de precios adecuados, entonces podríamos decir que un desarrollo será exitoso”.
De la misma manera, aseguró que cuando las personas logran percibir que el pago que realizan es justo por lo que reciben, la demanda tiende a incrementarse. “A lo largo de mis más de 15 años de experiencia, he observado que algunos desarrolladores le ponen el valor a la vivienda por el simple hecho de estar cerca de algo llamativo o porque el fraccionamiento vecino tiene ese mismo precio; sin embargo, cuando los clientes potenciales acuden al lugar y no perciben que el valor a pagar sea el adecuado por lo que van a encontrar, inmediatamente la eliminan como opción real y empiezan a buscar en otro lado”.
Desarrollos Unifamiliares Abiertos vs. Privados
“La diferencia entre estos desarrollos es que en el abierto, las calles, el alumbrado y los parques pertenecen al municipio, quien se encarga del mantenimiento. En el privado, como son parte de la propiedad del desarrollo, existen cuotas de mantenimiento para que funcionen adecuadamente. La ventaja de adquirir una propiedad en uno abierto es que el pago del predial es más económico, pues solo se limita a la vivienda. Mientras tanto, en el privado se debe pagar por las calles, parques, alumbrado y todas las áreas internas del fraccionamiento. En la actualidad, los desarrolladores implementan programas como ‘Hipoteca con Servicios de INFONAVIT’, en el que se cobran cuotas de mantenimiento, aunque sean desarrollos abiertos, para limpiar, cuidar y tener en buen estado las amenidades y áreas públicas del fraccionamiento. Esto beneficia a los habitantes, pues conservan su plusvalía con el paso de los años”.
Futuro de los Desarrollos Unifamiliares en la Bahía de Banderas
Al preguntar por sus expectativas para este tipo de desarrollos en el destino, Brando González confía en que seguirán teniendo alta demanda en la Bahía de Banderas. “Este fenómeno lo tenemos que entender de la siguiente manera: el desarrollo debe estar ubicado en el lugar adecuado con el precio adecuado. Hoy en día sucede que, por los altos precios de las tierras, cada vez es más complejo tener fraccionamientos con casas unifamiliares únicamente, por eso también se incluyen departamentos en los planes maestros. Como desarrolladores, esa cuestión obliga a que el precio de la vivienda se incremente. Obviamente, esto hace inviable la compra para muchas personas. Además, están saliendo varios desarrollos que se escapan de las posibilidades de la mayoría de la gente y quizá, a las personas que pueden pagarlo, la ubicación no les agrada completamente o no terminan de percibir el potencial de la zona. Ahora bien, ¿por qué la gente con posibilidades no compra casas de esos precios? Porque con ese dinero podrían comprar una propiedad de reventa en un fraccionamiento que consideren esté mejor ubicado”, afirma.
“Los desarrollos unifamiliares sí tienen futuro, pero debe ser muy bien estudiado para que sigan siendo redituables. Aquí en Puerto Vallarta —específicamente aquí, porque hay una gran diferencia entre comprar de este lado del Río Ameca que en Bahía de Banderas—, es muy complicado encontrar precios de tierras accesibles para seguir construyendo desarrollos unifamiliares. En cambio, en Bahía de Banderas la situación ocurre en la franja donde la gente quiere comprar. Los lugares más económicos para poder desarrollar son en los terrenos que están hacia Valle de Banderas, pero no toda la gente quiere vivir allá. Para continuar comercializando con éxito este tipo de desarrollos, se debe encontrar una combinación justa entre el precio de tierra y el precio de venta”, finaliza.