Emprender o administrar un negocio es una aventura y uno de los principales objetivos es lograr la estabilidad y seguridad de la empresa. Un indicador de que la compañía goza de buena salud es crecer y lograr utilidades, pero incluso en los tiempos de bonanza, todo se puede torcer por algún imprevisto: una crisis financiera, un desastre natural, un robo, un incendio… son múltiples los riesgos a los que un empresario está expuesto y cuyos efectos no puede controlar, pero sí puede afrontarlos cuando cuenta con un seguro.
Por estadística, las grandes empresas son las que más seguros contratan, pues por volumen de operaciones y valor, están más conscientes de la importancia de protegerse ante los diferentes riesgos.
En el lado opuesto se encuentran las micro, pequeñas y medianas empresas (PyMES), donde la cultura de los seguros no tiene la misma penetración y según la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), solo el 2 % de las micro, el 5 % de las pequeñas y el 30 % de las medianas empresas están aseguradas. Principalmente, estas cifras se deben a la creencia de que contratar un seguro no es necesario o por la idea de que los seguros corporativos son caros. Un dato curioso es que, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), de las más de 5 millones de empresas que existen en México, aproximadamente el 90 % son PyMES.
Cada Empresa es un Mundo
De acuerdo con Roberto Castellanos Omaña, director general internacional de Novamar Insurance México y destacado miembro del Consejo Directivo Nacional de la AMASFAC (Asociación Mexicana de Agentes de Seguros y Fianzas, A.C.), una empresa debe invertir en un seguro corporativo independientemente de su tamaño o la industria a la que pertenezca. Para ello, debe buscar la aseguradora que, a través de su asesoría y análisis personal, le proporcione la mejor cobertura.
“El objetivo de una aseguradora es ayudar a mantener la continuidad de las operaciones de las empresas aseguradas de la manera más eficiente y rentable, protegiendo sus inversiones corporativas. En nuestro caso, identificamos los riesgos en la operación y en los procesos de trabajo, así como la interrupción del negocio, contingencias e interdependencia, responsabilidad operacional, profesional y del producto; rotura de maquinaria, medidas de seguridad y delitos, entre otros rubros. Además, diseñamos un programa de gestión de riesgos trabajando junto con el personal de operación, mantenimiento y finanzas y realizamos un estudio del funcionamiento, cultura, misión y visión de la empresa. De esta forma, al identificar todas las características y necesidades concretas, negociamos las mejores condiciones y cobertura con las compañías de seguros”, comenta Castellanos.
¿Qué Debe Proteger una Empresa?
“Una empresa debe asegurar el edificio en el que se ubica, las paredes de la misma, así como las construcciones aledañas al exterior como patios, accesos viales y bardas perimetrales. Si también opera en otras ubicaciones, debe enlistar dichas sucursales y sus bienes, para lo que aplica una póliza multiubicación, especificando el valor, características y contenidos de cada edificio. Entre los contenidos se deben cubrir el mobiliario y equipo de oficina, inventario —clasificado en materia prima, en proceso, producto terminado y venta al público—, también pérdidas consecuenciales y gastos fijos. En caso de que la empresa opere en un lugar rentado, la aseguradora debe analizar los contratos de arrendamiento y ver que se cumpla la cobertura de responsabilidad civil de arrendatario”.
Coberturas Básicas
Según indica la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), las coberturas más comunes deberían incluir protección ante fenómenos hidrometeorológicos (pérdidas y daños por lluvias y huracanes), incendios (incluyendo muebles e inmuebles propios o arrendados), remoción de escombros, maquinaria y equipo (en cuyo caso se otorgan equipos similares a los dañados en renta para poder seguir operando), también maquinaria y equipo electrónico, rotura de cristales y anuncios luminosos, robo de bienes (mercancías, dinero y valores), vehículos automotores, responsabilidad civil, protección ante interrupción de actividades, así como asistencia empresarial con servicios de cerrajería, plomería, limpieza y asistencia legal, entre otros. Las empresas pertenecientes a industrias muy específicas también pueden añadir coberturas especiales.
Seguridad y Protección: Una Inversión al Alcance de Todos
Roberto Castellanos comenta que, a pesar de su minúscula presencia entre las PyMES, los seguros son algo imprescindible para las empresas y que, en contra de las creencias, pueden ser contratados por cualquier tipo de negocio: “Ya existen en el mercado muchos productos estandarizados por parte de las compañías de seguros, diseñados a la medida y con precios muy asequibles. En nuestro caso, contamos con un paquete específicamente diseñado para PyMES con tarifas mensuales que oscilan entre los $150 y $200 pesos, que incluye protección al edificio, los contenidos, responsabilidad civil, daños y rotura de maquinaria y equipo electrónico, rotura de cristales, robo y fenómenos hidrometeorológicos. En los últimos años, las aseguradoras han hecho un esfuerzo por fomentar la cultura del seguro entre los micro, pequeños y medianos empresarios con el objetivo de que comprendan que todos están en riesgo de tener pérdidas, ya sea por un robo o un incendio y lo difícil que puede resultar afrontar estas sin estar asegurados”, finaliza.