La llegada de inversionistas nacionales e internacionales a nuestro destino ha detonado una ola de proyectos residenciales, turísticos y comerciales que han transformado la fisonomía de la bahía. En este entorno dinámico, la construcción no solo es un pilar económico, sino también un termómetro de la capacidad de la región para adaptarse a nuevas demandas: materiales más eficientes, técnicas constructivas innovadoras y una mano de obra capaz de responder a la magnitud del crecimiento.
En esta edición, el equipo editorial de Vallarta Real Estate Guide comienza con un especial dedicado a la construcción en Puerto Vallarta y Riviera Nayarit, donde se explorarán algunos de los factores que definen el desarrollo en nuestra región.

Para José Luis Niño, socio de Playa Lifestyle (compañía vallartense conocida por haber desarrollado, terminado y entregado los proyectos Urban I, Urban II, Las Verandas de Amapas y Esquina Versalles), la construcción local vive un proceso de contraste: mientras algunos elementos permanecen casi intactos en los últimos diez años, otros evolucionan rápidamente, marcando el rumbo de lo que será el futuro del desarrollo inmobiliario en la bahía.
“La realidad es que se sigue construyendo de la misma manera que hace diez años: concreto y muros de carga. La diferencia está en los acabados”, resume José Luis con claridad. Esta visión abre la puerta a un análisis sobre cómo la industria está respondiendo al auge inmobiliario con los recursos disponibles y hacia dónde se dirige en los próximos años.
TECNOLOGÍA EN MATERIALES: ENTRE TRADICIÓN E INNOVACIÓN
Uno de los temas clave es el avance en los materiales de construcción. Aunque las estructuras continúan siendo mayormente de concreto reforzado con block, calcreto o ladrillo, los acabados son el campo donde la innovación ha encontrado terreno fértil.
“Las tecnologías en cerámicos, porcelanatos y PVC de imitación de madera han abierto nuevas posibilidades en acabados que hace diez años no existían”, explica. Este tipo de materiales no solo enriquecen la estética de los proyectos, sino que también permiten ofrecer opciones más duraderas y accesibles, sin sacrificar la apariencia natural.
La demanda, sin embargo, mantiene un fuerte apego a lo auténtico. “Mayormente, los compradores buscan que los proyectos incluyan madera y piedra. Sin embargo, ahora se utilizan imitaciones que reducen costos y ofrecen efectos visuales muy similares”, señala el arquitecto. Este equilibrio entre lo tradicional y lo moderno refleja la esencia del mercado local: un cliente final que valora la solidez y autenticidad, pero que también está dispuesto a aceptar nuevas soluciones cuando ofrecen ventajas claras.
En cuanto a sostenibilidad, la conversación ya no es opcional. El cumplimiento de normativas ambientales obliga a reducir desperdicios, planificar con mayor precisión y considerar aspectos de diseño, como la orientación de los edificios y la ventilación natural. “Por ejemplo, el escombro debe llevarse a sitios autorizados. Eso obliga a reducir desperdicios durante la construcción y, sobre todo, a planificar mejor”, enfatiza.
Sin embargo, aún persiste una brecha entre lo sustentable como valor agregado y su peso real en la decisión de compra. “Si un prospecto encuentra un producto más accesible, difícilmente pagará más solo porque el proyecto tiene certificaciones ecológicas. El precio y el gusto personal continúan pesando más”.

José Luis Niño, socio de la desarrolladora Playa Lifestyle.
NUEVAS TÉCNICAS DE CONSTRUCCIÓN: EFICIENCIA Y CONFIANZA
Si en materiales se percibe una evolución clara, en técnicas de construcción el panorama es más estático. José Luis es categórico: “Un edificio de siete niveles con 40 departamentos sigue tardando alrededor de dos años en concluirse, prácticamente el mismo tiempo que hace 10 o 15 años”.
El uso de tablaroca y otros sistemas modernos aún no logra desplazar la preferencia por el concreto y el ladrillo. “El usuario final prefiere sentir que su casa es sólida, por lo que estos materiales continúan siendo sinónimo de confianza”, apunta. Esto limita la adopción masiva de métodos más ligeros o prefabricados, pese a que podrían acelerar procesos y reducir costos de mano de obra.
El desafío está en convencer tanto a desarrolladores como a compradores de que estas técnicas de construcción no solo mantienen estándares de calidad, sino que también ofrecen beneficios tangibles en eficiencia y funcionalidad.
Con este análisis de materiales y técnicas, cerramos la primera parte de nuestro especial sobre la construcción en Vallarta · Nayarit. En la segunda entrega, se abordará el tema de la mano de obra (el gran reto del sector), así como la dirección hacia donde se encamina la industria y su proyección a futuro en uno de los destinos más dinámicos del país.