Puerto Vallarta Atrae Inversión del Mercado Mexicano
Aun cuando la contingencia sanitaria mantiene su desarrollo, Puerto Vallarta se avizora como un destino atractivo para quienes buscan invertir en bienes raíces. ¿La razón? Una ciudad que ha logrado acaparar la atención de mexicanos convencidos de las ventajas que ofrece este lugar.
La pandemia no cerró las puertas para la inversión inmobiliaria en Puerto Vallarta, por el contrario, ha sorprendido el incremento en la demanda de propiedades por un mercado que hace 15 años figuraba poco en la cartera de compradores en este destino.
Originarios de la Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey, León, Aguascalientes y Querétaro, principalmente, el inversionista mexicano ha encontrado un nicho de oportunidad en Vallarta · Nayarit, contribuyendo a que el sector inmobiliario local pueda amortiguar los efectos globales de la pandemia.
“Con la pandemia, nuestras ventas bajaron un 30 por ciento, que fue menos de lo esperado durante el mes de marzo de 2020. Realmente, considerábamos una caída más grande, pero, sorprendentemente, en abril se puso mucho más dinámico el mercado”, comentó Claudio Leone, director general de Domus Fine Real Estate.
Esto ha propiciado que se reactiven tanto la intención de compra como las ventas. Para Leone, esto se debe a dos factores: el primero porque la gente ve en Puerto Vallarta un destino seguro, agradable y deseable, y segundo porque decide invertir en un activo seguro ubicado en uno de los destinos turísticos más importantes del país.
“Los mexicanos están más prestos a invertir su dinero, así como para tomar créditos que ayuden a pagar sus propiedades. Están negociando menos y los precios de venta son menos agresivos. La realidad es que están viendo a Puerto Vallarta como un lugar aspiracional y muy deseable”.
Para Domus Fine Real Estate, hasta antes de la contingencia sanitaria, el mercado mexicano les representaba un 50 por ciento, porcentaje que, durante los últimos meses, creció hasta posicionarse en un 60 por ciento.
Mercado Dinámico
De acuerdo con Leone, en el mercado de los bienes raíces de Puerto Vallarta existen tres tipos de compradores:
- El que busca una segunda propiedad para disfrutarla.
- El que es un híbrido entre la inversión y el placer, es decir, el que busca una propiedad para disfrutarla y para sacarle provecho al rentarla.
- El inversionista neto, que es un nuevo nicho de oportunidad al que se le están ofreciendo desarrollos creados exclusivamente para su tipo de perfil.
“Este tipo de unidades se venden con proyecciones financieras donde indican cuál va a ser su retorno de inversión al rentarlo, lo cual se estima de acuerdo con los históricos de renta de la zona”.
Aunque cada vez más jóvenes ven en la inversión inmobiliaria una gran oportunidad para obtener un patrimonio confiable y/o que les reditúe en el corto y mediano plazo, el perfil del inversionista promedio en Vallarta · Nayarit sigue oscilando entre los 45 y 60 años, con un puesto de alto ejecutivo o dueño de empresa, con estudios y posgrados fuera del país, muchos de ellos con trabajos que tienen que ver con la internacionalidad y/o con clientes extranjeros.
“Es un tipo de cliente muy educado, al que no le puedes ofrecer más que datos duros y concretos. Los tienes que convencer con proyecciones financieras sólidas”.
Sin embargo, el director de la firma inmobiliaria con presencia también en Guadalajara señaló que la diversificación de este mercado ha dado pie al desarrollo de proyectos que sean adaptables para cada tipo de cliente. Compartió que en la zona de Nuevo Vallarta se están generando una gran cantidad de proyectos con productos que van desde los 100 mil USD.
“Son departamentos con superficies no muy grandes que están siendo adquiridos por generaciones jóvenes que utilizan créditos hipotecarios para terminarlos de pagar. Generalmente, todos esos desarrollos tienen un plan de pago que consiste en dar un 25 por ciento de enganche y 75 por ciento a la entrega”.
Para Leone, Vallarta · Nayarit encanta por ser un pueblo mexicano que a lo largo de los años se ha convertido en un destino turístico que atrapa por su combinación entre mar y montaña, así como por la calidez de su gente y la gran oferta cultural y de esparcimiento que converge en la bahía.
