Originaria de Durango (un pueblo ubicado al suroeste de Colorado, Estados Unidos), Audrey Royem se mudó a Sayulita a finales de 2009, tras terminar su maestría en Relaciones Internacionales en la Universidad de Columbia. Su familia ya contaba con una propiedad en este poblado de la Riviera Nayarit, que es conocido por ser un retiro frecuente para norteamericanos. Debido a la crisis económica y no encontrar oportunidades laborales en Nueva York (donde residía en aquel entonces), Royem decidió trasladarse a México para pasar un tiempo indefinido.
Paradójicamente, un tiempo después, encontraría trabajo y comenzaría a echar raíces en el lugar en el que tantas veces había vacacionado en el pasado. “Nunca pensé que viviría en México. Durante mi carrera y maestría, estudié acerca de Asia y África y viví en lugares como Tailandia y República de Gambia, donde realicé proyectos comunitarios y trabajo de voluntariado. México no estaba en mi radar”, comenta.
A los pocos meses, Audrey comenzó a detectar una importante necesidad en las personas extranjeras que llegaban a Sayulita con planes de inversión o cambio de residencia: asistencia en trámites legales. Fue así como decidió comenzar a brindar asesoría en temas de inmigración, lo que la llevó a abrir su empresa Audrey International, que con el paso de los años, evolucionaría a Ai Real Estate + Relocation.
Conforme su cartera de clientes aumentaba, también surgió la necesidad de ampliar sus servicios. Audrey se involucró en la industria de los bienes raíces al asociarse con el profesional inmobiliario Fred Feibel, así como a ofrecer asesoría fiscal a inversionistas, asistencia en trámites relacionados con vehículos (como importación, regularización, compra y venta), entre otros.
Para asegurar la profesionalización de su labor y brindar confianza a sus clientes, se unió a la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) sección Riviera Nayarit. A la fecha, lleva dos años como miembro de la mesa directiva de la organización.
“Uno de los momentos más importantes para mí fue encontrar a AMPI. Creo que es una institución que fomenta todas las cualidades que yo contemplaba cuando establecí mi negocio: ética laboral y herramientas para crecer como profesional inmobiliario. El establecer normas y reglas a seguir en la industria no solo nos facilita los procesos, sino que brinda seguridad a los clientes”.
Propiedades Irregulares
Audrey Royem señala que el principal reto de trabajar en el mercado inmobiliario de Sayulita, es encontrarse con muchas propiedades que no están regularizadas; es decir, que son de carácter ejidal, que no cuentan con escrituras y/o manifestación de construcción, que no tienen bien definidos los linderos y que, por tanto, no califican para ser incluidas en un listing.
“Preferimos trabajar con listados porque sabemos que se garantiza la legalidad del proceso. Hacemos las cosas como las sugiere AMPI y tratamos de influenciar a las demás agencias para que adopten esto. En lugares como Puerto Vallarta o Nuevo Vallarta, se vive un panorama diferente porque las propiedades están reguladas en su mayoría. Tenemos que comprender que aunque hay mucho desarrollo en Sayulita, falta mucho camino por recorrer en este tema”.
Para Audrey, es de vital importancia informarle al mercado extranjero acerca de las implicaciones que tiene adquirir una propiedad no regularizada. Al pasar de los años, ella y su equipo de trabajo han sido testigos de varios casos desafortunados en los que los propietarios no tienen certidumbre con respecto al inmueble que compraron.
“La información da confianza. Trabajar de la manera que promueve AMPI beneficia a los clientes principalmente”.
Rodolfo Ernesto Fierro, esposo de Audrey y agente inmobiliario de la empresa, menciona que un vicio común entre pequeños vendedores inmobiliarios de la zona, es recorrer las agencias inmobiliarias para dejar panfletos ofreciendo cierto porcentaje de la ganancia al concretar la transacción de sus inmuebles. En este sentido, recomienda trabajar primeramente con alguna agencia inmobiliaria para enlistar su patrimonio, pues de esta manera, se permitirá la colaboración entre agencias para venderla más rápidamente y se seguirán procesos formales.
A la par de esta complejidad en el área, Audrey y Ernesto señalan que Sayulita enfrenta problemas de infraestructura pública que necesitan atención para que la industria inmobiliaria pueda seguir creciendo y los residentes se sientan satisfechos. Falta de estacionamiento, calles sin empedrar y un sistema de saneamiento de aguas negras deficiente, son solo algunos de ellos.
“Los bienes raíces representan la tierra en donde pones tus pies y donde crecerá tu patrimonio. Tener infraestructura y una asociación bien establecida con profesionales altamente calificados, es un buen paso para la industria en el país”, comenta Audrey.
Una Nueva Etapa
Hace algunos meses, Audrey Royem celebró los primeros cinco años de Ai Real Estate + Relocation. En la actualidad, combina su profesión con su papel como mamá (recientemente dio a luz a su segundo hijo). Antes de finalizar la entrevista, comentó que disfruta la vida en México y se siente satisfecha del rumbo que está tomando su empresa, así como del equipo de trabajo que ha conformado.