Originario de la Ciudad de México, el arquitecto José Díaz Escalera, egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), es una de las personalidades que contribuyó a la consolidación de nuestro destino como lo conocemos hoy en día. Invitado por el ingeniero José Steider, entonces director de FICSA Construcciones (quienes estuvieron a cargo de desarrollar la pista del aeropuerto actual, que en su momento fue pagada por Mexicana de Aviación), llegó a Puerto Vallarta en febrero de 1963. Su larga trayectoria incluye proyectos de infraestructura, hospitalidad y urbanismo, entre otros.
La naciente ciudad también despertó su interés por la cuestión urbanística. En ese tiempo, a excepción del centro, la gran mayoría de las tierras aledañas al poblado eran ejidos. Aunque los ejidatarios ya habían destinado una porción de sus terrenos para el asentamiento humano, el país aún no contaba con una legislación pertinente para las ventas ejidales. Este desafío le inspiró a elaborar una tesis en la que propuso dotar de espacio suficiente para construir bienes inmuebles y buscar un socio inversionista para concesionarle la operación por 30 años. Al término del plazo, el ejido asumiría la propiedad. Por la solución planteada, la tesis fue premiada por el entonces Departamento de Turismo Federal.
Hotel Posada Vallarta
A principios de la década de los 60, la oferta hotelera de Puerto Vallarta se resumía al Rosita y Tropicana. Por invitación de Steider, Díaz Escalera vino a contribuir en la construcción del Posada Vallarta, un proyecto que se convertiría en el mayor hotel de la época, así como en un hito para la historia del destino, que en ese tiempo no superaba los 8 mil habitantes.
“El hotel Posada Vallarta estuvo compuesto de 500 habitaciones, así como restaurantes, bares y piscinas. El crecimiento que estaba teniendo Puerto Vallarta ameritaba un hotel de esa categoría. Ahora se dice fácil, pero en ese entonces la construcción fue muy complicada. El cemento, tuberías y varillas eran traídos desde Acapulco en barcos de 400 toneladas, cuya descarga se complicaba ante la falta de muelles en la bahía. Además, para evitar seguir trayendo materiales de otros lados, instalamos una fábrica de mosaicos y tabicones”, comenta.
En 1964, después de un año de haber trabajado en la construcción, el hotel pudo operar con 120 habitaciones durante su apertura.
Con el paso del tiempo, Díaz Escalera terminó su relación laboral con Posada Vallarta y pasó a ser profesionista libre. José Steider se quedó al mando del hotel y tras fallecer, su cuñado Suña Gershenson se quedó al frente. Más tarde, el inmueble fue vendido a la cadena hotelera Krystal.
Para el INFONAVIT edificó más de 3,500 viviendas tanto en el estado de Jalisco como en Nayarit, pero se cansó de la extenuante burocracia a la que se enfrentaba en cada proyecto y decidió emprender por su cuenta. Entonces apostó por la hotelería con su negocio Nautilus que operó durante ocho años en Marina Vallarta. Al vender el establecimiento, se transformó en tiempo compartido.
Aporte al Sector Educativo
“Uno de mis grandes orgullos es el aporte al sector educativo de nuestra ciudad como fundador de la Escuela Preparatoria Ignacio Jacobo, en la que impartí clases de física y matemáticas. Por otro lado, en los 90 fui presidente del Consejo de Colaboración Municipal de Puerto Vallarta, donde pude aplicar mi experiencia y conocimiento en desarrollo urbano”.
Obras de Infraestructura
“Entre muchas otras, participé en el empedrado ahogado que se colocó a lo largo de la colonia Versalles, la remodelación de la infraestructura de las colonias El Caloso, Palito Verde y aledañas; así como en la construcción del tramo de la avenida Medina Ascencio que abarca desde el aeropuerto hasta el puente del estero de El Salado. Todas estas obras fueron inauguradas por Carlos Salinas de Gortari, entonces presidente de México y Luis Donaldo Colosio, quien era el titular de la Secretaría de Desarrollo Social en esa época”.
Estudio 3.14
Hace 15 años, en conjunto con su hijo Leonardo, José Díaz Escalera abrió en la ciudad de Guadalajara el reconocido despacho de arquitectura Estudio 3.14, el cual trabaja para cuatro sectores fundamentales: público, cultural, promoción inmobiliaria y hospitalidad. “En su momento, el haber participado en el diseño del actual Malecón de Puerto Vallarta fue muy polémico. En ese tiempo, yo fungía como asesor de Salvador González Reséndiz, quien fue el presidente municipal que arrancó la obra. Sabíamos que iba a ser muy controversial, pero era necesario hacerlo. Además, el proyecto no culminó ahí. La maqueta original también contempla la remodelación de las calles paralelas, las cuales serán una continuación natural del diseño que actualmente posee el Malecón”, finaliza.