Carlos González (Guadalajara, 1974), es el director general de CRAGSA, una de las desarrolladoras inmobiliarias top en la Bahía de Banderas que, en los últimos años, ha sorprendido por sus innovadores proyectos ubicados en zonas privilegiadas, combinando calidad y diseño inteligente.
Desde muy joven, la tecnología y arquitectura fueron sus principales pasiones, aunque al final se decantó por estudiar Administración de Empresas en el TEC de Monterrey, descubriendo a su vez lo que realmente la apasionaba en el mundo: los negocios. Carlos González ha sabido combinar a la perfección estas tres pasiones en su trabajo. “Estoy involucrado en un negocio estrechamente relacionado con la arquitectura y la innovación, en cada proyecto trato de involucrarme completamente en el diseño y conceptualización”.
Su llegada a Puerto Vallarta fue hace 29 años, cuando arribó desde Guadalajara junto con su madre y tres hermanas para establecerse definitivamente con su padre, quien en ese entonces dividía su tiempo entre la capital tapatía y la bahía, donde abrió una de las primeras oficinas de bienes raíces en Bucerías junto a la realtor canadiense Malena Davis. Después de un tiempo, sus padres decidieron independizarse y abrir su propia oficina inmobiliaria, González Bienes Raíces, que a la postre sería precursora de la actual CRAGSA.
De hecho, ellos han sido su fuente de inspiración: “Mi padre, Carlos González, siempre ha sido un gran vendedor. Su carisma y personalidad trascienden lo laboral. Siempre nos ha enseñado a seguir un camino de rectitud y honestidad. Mi madre, con su carácter fuerte pero amoroso, nos ha impulsado a seguir adelante y buscar mejorar en todos aspectos”.
Una Empresa Consolidada en la Industria
Fue aproximadamente en el 2002 cuando nació oficialmente la empresa. “Hablé con mi padre y lo convencí de hacer un proyecto en un pequeño terreno de La Cruz de Huanacaxtle. Recuerdo que solamente hicimos cuatro departamentos, que vendimos prácticamente antes de iniciar la cimentación. Así nació CRAGSA”, recuerda.
En la actualidad, la desarrolladora trabaja como constructora independiente y está completamente consolidada en la región. “En estos 15 años hemos tenido un crecimiento constante, habiendo construido y vendido con éxito 10 proyectos en la zona, desde La Cruz de Huanacaxtle hasta la Zona Romántica. La empresa ha evolucionado de ser meramente familiar, a la búsqueda de su institucionalidad. Podemos decir que todo inició con una oficina de bienes raíces y con el tiempo, el mercado nos llevó a convertirnos en lo que somos ahora”.
CRAGSA se ha caracterizado por tener una visión comercial a largo plazo. “A nuestros clientes les ofrecemos productos que les generen valor a su inversión, nunca escatimamos en la calidad de nuestros insumos, la seguridad de nuestros proyectos es prioridad. Nos enfocamos en generar experiencias, no vendemos propiedades, sino un estilo de vida”.
Carlos González recuerda algunos de los proyectos más importantes en la trayectoria de CRAGSA. “Los primeros que hicimos formalmente como empresa fueron Velmar I y Velmar II, de los que aprendimos muchas cosas. También Azul Bucerías, un proyecto frente al mar que fue desarrollado después de la crisis económica y que afortunadamente fue todo un éxito. Por otro lado, en la Zona Romántica, Zenith es un condominio que terminamos el año pasado y con el que tratamos de marcar un estilo contemporáneo, siempre respetando el entorno”.
Actualmente, la constructora se encuentra inmersa en su proyecto más reciente: Pavilion. “Se trata de un desarrollo de 62 unidades en la Zona Romántica. Con el fin de dar mayor comodidad a nuestros clientes y que puedan disfrutar de dos ambientes distintos en un mismo lugar, contará con dos áreas comunes y una piscina en cada área, la primera de ellas en un quinto nivel y la otra en el roof garden. Hemos tenido excelente respuesta y pensamos entregarlo durante los primeros meses de este año”.
Un Futuro Brillante
De acuerdo con el director general de CRAGSA, la industria de bienes raíces en Vallarta · Nayarit continúa en auge: “Creo que las ciudades en crecimiento se transforman constantemente y la Zona Romántica es un buen ejemplo, donde se han dado proyectos que buscan crear una imagen o marca de la zona, pero la realidad es que aquí se ha dado de manera orgánica, atendiendo las necesidades y requerimientos del lugar”.
Siempre optimista, pero con los pies sobre la tierra, Carlos González cree firmemente que el sector inmobiliario se beneficiará del crecimiento y buena salud de la que goza el destino: “Creemos que a corto plazo seguirá aumentando la demanda de unidades habitacionales, comerciales y de uso mixto. Pero también estamos conscientes de que la ciudad seguirá transformándose para continuar siendo un destino internacional. Los cambios que se darán en la manera de construir, en la forma de comercializar, el enfoque hacia la diversidad y el cuidado de la ecología; hacen que las empresas como CRAGSA siempre tengamos que estar en constante reinvención”, finaliza.