Hablar de Applegate Realtors es hablar de historia en la industria de los bienes raíces en Puerto Vallarta. En este 2017, la compañía cumple medio siglo de existencia en el que, más que una agencia inmobiliaria, se han erigido como una institución pionera en nuestra región con una larga influencia y tradición en proporcionar servicios de compra, venta y renta de propiedades, así como en su visionaria participación en la construcción de nuevos desarrollos en el destino, consiguiendo mantenerse relevante en este mercado tan cambiante.
Con motivo de este hito, Moray Applegate, bróker propietario de Applegate Realtors, recibió a Vallarta Real Estate Guide en su oficina de Conchas Chinas (la primera de la agencia, fundada en 1967 por sus padres Bernardo y Teresa Applegate), para contar de primera mano cómo han transcurrido estos cincuenta años y hacia donde se dirigen.
“Antes de que se estableciera la compañía actual, mi padre se dedicaba a la construcción bajo el nombre de CAPSA (Construcciones Applegate, S.A.) y fue uno de los primeros constructores residenciales de Puerto Vallarta. A principios de la década de los 60, compró unos terrenos en lo que ahora es Conchas Chinas, trajo un tractor desde Guadalajara y empezó a abrir caminos”, comenta.
Aunque ahora el fundador de Applegate Realtors es considerado como todo un visionario, en aquella época no mucha gente fue capaz de entender el impacto posterior que tendría su incursión en la zona sur de la ciudad. “Mi padre inició con algo que la gente no comprendía. En aquellos tiempos, como no había ningún puente sobre el Río Cuale, todo se hacía a través de lanchas. Para las primeras construcciones, se embarcaban los materiales desde el Hotel Rosita o incluso los cruzaban en burros”.
En 1967, cuando Teresa Applegate se integró como administradora de propiedades, se instauró oficialmente la compañía (aunque todavía con el nombre de CAPSA). La empresa empezó a ampliarse, construyendo edificios residenciales en la zona y administrándolos, siendo la primera en especializarse en el mercado extranjero. A partir de ese momento, comenzaron a darle forma y consistencia a la entonces naciente industria de los desarrollos residenciales y bienes raíces.
En 1986, la compañía se convirtió en algo más integral, cuando el propio Moray Applegate tomó las riendas de la empresa y le dio un giro hacia las ventas y rentas, incluyendo un nuevo nombre: Applegate Realtors.
“Mis padres no eran vendedores y a mí siempre me han gustado las ventas, así que aporté esa vocación para darle un plus a la empresa. Al principio, la gente no confiaba en que un joven de 25 años pudiera vender propiedades como un experimentado bróker estadounidense o canadiense, pero gracias al trabajo profesional y eficiente que demostramos, la gente fue confiando en nuestras capacidades”.
Moray Applegate recuerda los años en los que ha estado al frente de la compañía como un reto constante y lleno de ciclos, de los que siempre han sabido salir renovados y más fuertes: “Mi inicio coincidió con el primer gran boom de Puerto Vallarta durante los años 80, donde el gran detonador para encaminar a nuestro destino hacia nuestro presente fue Marina Vallarta. Después, recuerdo que en los 90 se sufrió la primera gran caída a causa de la crisis económica, de la que se pudo salir adelante para vivir otra época dorada a finales de esa década y principios del nuevo siglo. En 2008, llegaron tiempos durísimos —por nuestra dependencia hacia el mercado extranjero—, pero luego llegó el auge de las grandes torres o desarrollos como Punta Mita. Las agencias que han sabido conocer las preferencias de este mercado y vislumbrar el futuro, somos las que hemos conseguido perdurar en la preferencia tanto de clientes extranjeros como nacionales”.
Entre los proyectos de más actualidad, Moray Applegate dice estar muy orgulloso de que Applegate Realtors haya sabido visualizar el renacimiento de la Zona Romántica: “Nosotros hemos sido parte integral de este nuevo auge. Junto a Elengorn Realtors y Grupo HEVA, fuimos los primeros en ver el potencial. Nadie creía en ese mercado y hasta ahora, llevamos vendidos siete u ocho edificios en los últimos cinco años, siendo el más reciente Rincón de Almas”. Sin embargo, asegura que siempre están mirando hacia el futuro y nunca se quedan en su zona de confort: “Me da mucho gusto el éxito que hemos tenido, pero ya estamos pensando en cuál será el siguiente lugar”.
Finalmente, el propietario de la quincuagenaria agencia de bienes raíces se congratula del éxito constante de Applegate Realtors y augura otros 50 años de buen trabajo y excelentes resultados: “Más que de algún proyecto en concreto, lo que me llena de orgullo es que hasta ahora, no hemos tenido —y toco madera— un proyecto fallido, por lo que espero que la racha siga así. Todos los desarrollos en los que hemos estado involucrados, han tenido éxito por la disciplina, buenas asociaciones y por tener un buen timing. Applegate Realtors abrió camino y lo seguiremos haciendo, con mucho sentido del servicio, capacidad y honestidad. Continuar con lo mismo, pero siempre mejorando”, finaliza.